TIZAS
DE LADRILLO BAYO
Sara
Isabel Juárez – ISBN: 978-987-1531-40-0
Editorial
Novelarte.
Año 2015. Córdoba Capital, Argentina.
por
Beatriz Teresa Bustos
https://misgalardones.blogspot.com/p/sobre-mi.html
“Me
parezco al que llevaba el ladrillo consigo para mostrar al mundo cómo
era su casa” - Bertolt Brecht
El
libro TIZAS
DE LADRILLO BAYO
de Sara Isabel Juárez es un oasis de donde emergen sentimientos. La
autora ha sabido proteger a sus amados recuerdos a través del
tiempo.
Tiene
la obra una armónica belleza desde el prólogo hasta el último
poema.
Ha
logrado rescatar en prosa y versos vivencias para traerlos hasta el
hoy y honrarlos. Sí. Honrarlos.
Se
percibe entre las líneas de los textos que es una agradecida de la
vida.
El
libro
está impregnado de colores, aromas, nombres, silencios, lugares,
amor, raíces por las cuales pudo seguir alimentándose del tiempo y
donde la ensoñación fue su compañera inseparable.
Usa
imágenes que movilizan, en ellas se percibe un alma sensible.
A
cada poema lo habita una emoción diferente y al mismo tiempo, lo
hace especial.
En
los poemas El orfebre y La Cartógrafa se la descubre como una gran
observadora y “buscadora” de las cosas valiosas de la vida, y de
su vida.
Al
recorrer los textos asoman paisajes externos muy ligados a sus
paisajes internos, lugares donde ha dejado repartido su corazón.
Sara
Isabel Juárez contagia con sus palabras una alegre vitalidad.
Varios
poemas son una catarsis literaria que le permite continuar con esas
ganas de vivir, porque ha descubierto, como poeta, que todo “revive”
en el momento creativo.
En
su obra están presentes aquellas cosas que quedaron grabadas en su
ser: el
aula, su abuela paterna, el tío Carlos, Lula Menegón, el amor, y
también, su hoy, en los hijos y nietos.
Después
de leer y buscarla
en las páginas del libro descubrí que es una alquimista paciente e
incansable. Y aunque en su poema Espinel
de recuerdos dice
: ¡No desandan sus sendas los ríos!, pienso que ella ha podido
hacerlo en su barca-cuerpo-memoria porque sabe de «horas
apacibles, de vientos en contra, de cielos bordados, de espineles, de
tormentas en alta mar».
Sara
Isabel Juárez, mujer-poeta, lleva su bagaje de ayeres bajo la piel y
lo hace siempre con una sonrisa esperanzadora. En su poema
Autorretrato confiesa:
“Recalcando
nervaduras de árbol viejo,
el
espejo copia la sonrisa fácil del leñoso otoño que mi piel
imita,
mientras
en secreto añora primaveras
la
inquieta niña que aún me habita.”
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